Roberto Mendoza
Hace algunos días una noticia que a mi parecer resultaba
interesante más no relevante en la vida interna demorena motivó una suerte de comentarios en contra de compañeros de
nuestro movimiento. La nota era sobre un partido de beisbol que habían jugado
el presidente del consejo nacional de morena,
Andrés Manuel López Obrador y el Jefe de gobierno del D.F., Miguel Ángel
Mancera. Lo que para mí fue una práctica deportiva con el fin de establecer
relaciones cordiales entre dos políticos de importancia, para algunos sujetos fue
la oportunidad para señalar que en morenaexiste
un discurso “de purismo y sectarismo, nutrido por algunos dirigentes y
militantesque sólo daña a la organización” y del que hasta el mismo AMLO podía
ser víctima por tomarse fotos con Mancera.
Desde el principio me quedó claro que la noticia, más que
despertar un debate sincero entre la militancia de morena, sirvió de pretexto para impulsar una posición errónea de
algunos simpatizantes delmorena que
se sirven de calumnias y acusaciones fáciles, para intentar desprestigiar a una
parte de nuestro movimiento que les llega a resultar incómoda a sus intereses.
Me refiero a aquellos que se han encargado de nutrir un discurso acusador contra
la parte de la militancia que se ha unido a nuestro movimiento con la clara
intención de construir un partido verdaderamente nuevo y ajeno a las prácticas
políticas nefastas que otras organizaciones de izquierda, más que combatir,
adoptaron y mejoraron.
Sin embargo, antes de plantear mi posición respecto a este
discurso y el objetivo que persigue, me parece necesario analizarlo
detenidamente con la intención de abordarlo de manera clara y evitar que se
confunda mi propio punto de vista. Para términos prácticos llamaré a este
discurso como“anti purismo”.
Desde hace algunos meses, el término ‘puro’ se ha vuelto de
uso común al interior de morena. Sin
embargo, difícilmente alguien lo utiliza para auto definirse; resalta más
bien, la clara intención en su uso de
señalar a una parte de militantes de morena.
Con dicho término es visible que se pretende categorizar al sector dentro del morena que no proviene de una
organización política previa, es decir, a los también llamados “ciudadanos” que
se han sumado a este proyecto político con la intención de proseguir la organización
del movimiento en el que se han reconocido y ahora permanecen, militando por
primera vez, en lo que se propone ser partido político.
Con su uso se busca la diferenciación de aquellos militantes
que, contrariamente, ya han tenido una participación política previa a morena y, que en muchos casos, han
ocupado puestos de elección popular o han sido parte importante de una
corriente política, los llamados “políticos de profesión”.
Hasta aquí podríamos decir que, el término “puro” tiene
sentido y es válido si nos apegamos a la realidad, pues, efectivamente, la
militancia de morena sí se compone de
mexicanos que atienden por primera vez un llamado para sumarse a un proyecto
político con miras a ser partido, y no sólo de mexicanos que ya han participado
en otros espacios políticos.
No obstante, la utilizacióncorriente del término “puro”
sobrepasa esta intención meramente descriptiva y se ha adherido a una lógica de
adjetivación, bajo la cual se designa de manera despectiva a quienes no
provienen de ninguna corriente política anterior, considerándolos como aquellos
sujetos que intentan hacer a un lado a los “políticos de profesión” cuando de
éstos es de “quienes debería de aprenderse”;“los puros” según esto, se vuelven
excluyentes con los que tienen un pasado político previo a morena, provocando una atomización al interior del movimiento y evitando la “unidad”.
Aquí es cuando se observa la liga que se ha querido hacer
del “purismo” con otro concepto: “sectarismo”. Pues, en consecuencia, el “puro”
es “sectario” en tanto que no acepta en morena
a nadie más que a los militantes de morena.
Así, observamos, que en un primer momento el término es acusatorio.
Pero, como arriba se señaló, el uso del término “puro” se ha generalizado en la
militancia de manera tal que incluso al término se le ha intentado reivindicar
de este sentido despectivo y acusatorio.
En esta nueva connotación los “puros” son, en realidad,
aquellos militantes que pueden contrarrestar las malas prácticas de los
“políticos de profesión” que hay en morena
“al no traer consigo un historial de acarreo o clientelismo y estar menos
interesados en la búsqueda de cargos”.
En consecuencia parece haber en morena una proclive distinción entre unos y otros, quizás muy
propensa a llegar al extremo de la dualidad moralista entre “buenos-malos” que
indudablemente pretende provocar una división. Empero, aún con la respuesta
reivindicativa del término “puro”, las manifestaciones de denostación y
calumnia hacía la militancia de morena
usando dicho adjetivo, se ha incrementado y enrarecido, llegando al extremo de
expresiones tan banales como, “congregación para doctrinas de la fe” al señalar
a los “puros” y sus intenciones de construir una militancia firme y
comprometida con morena.
Ahora bien una vez expuesto el ánimo que impera sobre el uso
del término “puro” respecto a la militancia de morena, es necesario entrar de lleno al análisis y plantear mi
posición personal.
Reconozcoque si bien en la formación de un nuevo partido
político, el tema sobre el perfil de sus militantes debe someterse debate, las
condiciones en las que esa definición se está llevando a caboen el morena están siendo determinadas por una
lógica de divisionismo. O sea, en lugar de reinar el intento de una definición
unitaria de la militancia (como se encuentra claramente redactada en nuestros
documentos básicos), por el contrario, ha imperado el sentido de exclusión y
confrontación por parte de quienes la identidad política les parece un estorbo.
En este sentido me refiero a un sector que está ganando cada
vez más espacios en la organización a base de la confusión y la división que
ella produce. Este sector se compone por quienes se encuentran en, y desde el
interior del morena alientan, la cómoda
ambigüedad y prefieren estar presentes en otros partidos políticos y al mismo
tiempo estar (y no estar) en morena.
Personajes que responden al cálculo político, a su expectativa sobre obtener
algo de los espacios que rondan. Individuos a quienes los mueve su interés
personal sobre cualquier otra razón. Es decir, individuos a quienes los
beneficios personales es lo que les importa por encima del interés general.
Irónicamente son estos personajes, que podemosllamar “ambiguos”,
los que han alimentado, desde el exterior, el uso de los términos de ‘pureza’ y
‘sectarismo’, pues es la confrontación entre la militancia del morena lo que les favorece. Para
entender mejor la magnitud de esta práctica y el objetivo que tiene en realidad
el nutrir el dualismo “puros-impuros”, me parece necesario regresar al punto
básico del que emerge nuestra organización.
El movimiento regeneración nacional ha convocado a todo
mexicano que se reconozca en la lucha que éste encabeza a participar
activamente en su nueva etapa como partido político. Parte del hecho de que,
aunque ya existen fuerzas políticas de izquierda que concuerdan en algunos
aspectos con la visión del México que se propone edificar, es necesario
construir una nueva alternativa con identidad, principios y modos de actuar
propios. Enconsecuencia los ciudadanos que responden a este llamado deben de
tener en claro que sumarse a morena implica identificarse con los valores y
principios de la nueva organización y, por ende, construir nuevas prácticas
políticas a las que se operan en la actualidad.
A diferencia de lo que los ambiguos han pretendido
argumentar con esto y que, desafortunadamente una parte de la militancia delmorena ha aceptado sin un análisis serio,
esta convocatoria no provoca división o rupturas, a lo que aspira es afortaleceruna
nueva institución política que posibilite la organización entre aquellos ciudadanos
que han participado en los años recientes, en las luchas que ha encabezado AMLO
pero que no se han adherido, ni se adherirán, a los partidos políticos existentes
de izquierda. La convocatoria trata construir un movimiento que se distinga
plenamente de los demás, que motive la participación política de esa población
ajena de los asuntos públicos para reivindicar la política como actividad al
servicio del pueblo.
Morena no trata de
denostar a las demás fuerzas políticas de izquierda y mucho menos a sus
militantes que, también comprometidamente, deciden permanecer en aquellos
partidos, pero el movimiento no puede no partir de una posición crítica
respecto a ellos de tal manera que se explique el porqué de la necesidad de
construir algo nuevo. Es aquí cuando la diferencia se vuelve virtud y no
sectarismo.
Al interior morena está
en construcción, los “políticos de profesión” y los “ciudadanos” que aceptan la
participación activa en él asumen a
su vez la renuncia a participar activamente en otra organización política así
como de replicar las malas prácticas que en ellos se han ejecutado, pues, más
allá de ser un requerimiento legal (en México no se permite la doble
militancia), eso es un acto de convicción y compromiso.
A los “políticos profesionales” les debe quedar claro que en
morena la política se hace diferente,
no para servirse de los cargos sino para servir a partir de ellos y si asumen
con honestidad este principio rector de
morena son bienvenidos. Este es el punto que resuelve la disputa, que me
parece debemos superar los morenos, sobre “puros-impuros”.
Tanto el “ciudadano” que se une por primera vez a un partido
político a través demorena,como el
“político profesional”que renuncia explícitamente a un partido anterior y se adhiere plenamente a los principios de morena, son “morenos”. Todos asumen el
compromiso de velar por el bien común respetando plenamente nuestros documentos
básicos.En ese sentido se vuelven complementarias la experiencia y la frescura
de la militancia de morena.
La militancia de morena
es variada ideológicamente pero con principios unificadores yconsientede la
práctica que se dispone a realizar, exenta de clientelismo, acarreo, influyentismo y simulación.
Cuestiones a las que en realidad debe ser dirigida la lucha de la militancia para
evitar reproducirlas al interior. Pues por más “puro” o “político profesional”
que se sea, si un militante de morena
compra un voto, acarrea a la base social, o hace uso de esas prácticas de la no
política, debe ser inmediatamente expulsado del movimiento porque nunca asumió
sus principios rectores Ese es el verdadero eje que determina la identidad
política de morena. La revolución de
las conciencias como una herramienta de politización con base en información
veraz que a su vez genere organización y acción.
Los que no entienden eso, o disimulan no hacerlo, nutren la
denostación sobre “puros” e “impuros” para ganar espacios a su favor y toman
cualquier asunto para validar la ambigüedad que practican; en otras palabras,
cuando un compañero señala a un sujeto que tiene doble militancia o que no
tiene ninguna pero está en varias plataformas políticas aparentando en ellas
una identidad, para recibir un premio por la misma, en automático los ambiguos
los señalan de “sectario” y de “purista”, queriendo con ello que “los políticos
de profesión” asuman como un ataque hacia ellos el hecho de denunciar a sujetos
que están y no están en morena.
Con lo anterior pretenden desvirtuar el sentido de la
legítima preocupación ante la
pretensiónde doble militancia de algunos compañeros, queriendo anular la
diferencia entre quienes en algún momento estuvieron en las filas de otro
partido pero que ahora han asumido el compromiso de entrar al morena renunciando a su anterior
pertenencia, con aquellos que cómodamente no lo han hecho.
Los que se detienen a esperar hacia dónde apunta la brújula
de las preferencias políticas, y dónde se abrirán los espacios por los que sí
valdría ser “morenos” o no, según sea el caso.
Militancia significa compromiso y definición política,
principios y acción. Identidad. En morena
eso es lo que importa y vale. No la demagogia y la calumnia. Aquellos que la nutren y la practican se
alejan de nuestro movimiento y buscan la división. Aquellos que aprovechan
cualquier pretexto, como lo fue en esta ocasión un partido de beisbol, para
irse en contra de militantes que trabajan por hacer de morena un nuevo espacio, donde la identidad política y el amor por
México sea lo que motive la participación de la ciudadanía y no un puesto o
interés de grupo, apuestan por replicar lo que en otros partidos devastó su
lucha: el divisionismo.
Termino diciendo que morena
respeta a los militantes de otros partidos de izquierda, pero en un momento de
construcción de identidad, se debe reconocer que cada uno tiene su propio
espacio y plataforma de participación. Nuestro país no está para ambigüedades
cómodas. Los “puros” son un eje de renovación de la vida pública de morenay ahora se acompañan de “políticos
profesionales” que se inscriben en esta nueva lucha del pueblo mexicano. Para superar este falso debate sólo hay un
término que es válido para señalar a un militante de nuestro movimiento:
“protagonista del cambio verdadero” que asume plenamente los valores,
principios y acciones que eso implica.