lunes, 15 de julio de 2013

“Purismo y sectarismo. El falso debate de MORENA”

Roberto Mendoza


Hace algunos días una noticia que a mi parecer resultaba interesante más no relevante en la vida interna demorena motivó una suerte de comentarios en contra de compañeros de nuestro movimiento. La nota era sobre un partido de beisbol que habían jugado el presidente del consejo nacional de morena, Andrés Manuel López Obrador y el Jefe de gobierno del D.F., Miguel Ángel Mancera. Lo que para mí fue una práctica deportiva con el fin de establecer relaciones cordiales entre dos políticos de importancia, para algunos sujetos fue la oportunidad para señalar que en morenaexiste un discurso “de purismo y sectarismo, nutrido por algunos dirigentes y militantesque sólo daña a la organización” y del que hasta el mismo AMLO podía ser víctima por tomarse fotos con Mancera.

Desde el principio me quedó claro que la noticia, más que despertar un debate sincero entre la militancia de morena, sirvió de pretexto para impulsar una posición errónea de algunos simpatizantes delmorena que se sirven de calumnias y acusaciones fáciles, para intentar desprestigiar a una parte de nuestro movimiento que les llega a resultar incómoda a sus intereses. Me refiero a aquellos que se han encargado de nutrir un discurso acusador contra la parte de la militancia que se ha unido a nuestro movimiento con la clara intención de construir un partido verdaderamente nuevo y ajeno a las prácticas políticas nefastas que otras organizaciones de izquierda, más que combatir, adoptaron y mejoraron.

Sin embargo, antes de plantear mi posición respecto a este discurso y el objetivo que persigue, me parece necesario analizarlo detenidamente con la intención de abordarlo de manera clara y evitar que se confunda mi propio punto de vista. Para términos prácticos llamaré a este discurso como“anti purismo”.

Desde hace algunos meses, el término ‘puro’ se ha vuelto de uso común al interior de morena. Sin embargo, difícilmente alguien lo utiliza para auto definirse; resalta más bien,  la clara intención en su uso de señalar a una parte de militantes de morena. Con dicho término es visible que se pretende categorizar al sector dentro del morena que no proviene de una organización política previa, es decir, a los también llamados “ciudadanos” que se han sumado a este proyecto político con la intención de proseguir la organización del movimiento en el que se han reconocido y ahora permanecen, militando por primera vez, en lo que se propone ser partido político.

Con su uso se busca la diferenciación de aquellos militantes que, contrariamente, ya han tenido una participación política previa a morena y, que en muchos casos, han ocupado puestos de elección popular o han sido parte importante de una corriente política, los llamados “políticos de profesión”.

Hasta aquí podríamos decir que, el término “puro” tiene sentido y es válido si nos apegamos a la realidad, pues, efectivamente, la militancia de morena sí se compone de mexicanos que atienden por primera vez un llamado para sumarse a un proyecto político con miras a ser partido, y no sólo de mexicanos que ya han participado en otros espacios políticos.

No obstante, la utilizacióncorriente del término “puro” sobrepasa esta intención meramente descriptiva y se ha adherido a una lógica de adjetivación, bajo la cual se designa de manera despectiva a quienes no provienen de ninguna corriente política anterior, considerándolos como aquellos sujetos que intentan hacer a un lado a los “políticos de profesión” cuando de éstos es de “quienes debería de aprenderse”;“los puros” según esto, se vuelven excluyentes con los que tienen un pasado político previo a morena, provocando una atomización al interior del  movimiento y evitando la “unidad”.

Aquí es cuando se observa la liga que se ha querido hacer del “purismo” con otro concepto: “sectarismo”. Pues, en consecuencia, el “puro” es “sectario” en tanto que no acepta en morena a nadie más que a los militantes de morena.

Así, observamos, que en un primer momento el término es acusatorio. Pero, como arriba se señaló, el uso del término “puro” se ha generalizado en la militancia de manera tal que incluso al término se le ha intentado reivindicar de este sentido despectivo y acusatorio.

En esta nueva connotación los “puros” son, en realidad, aquellos militantes que pueden contrarrestar las malas prácticas de los “políticos de profesión” que hay en morena “al no traer consigo un historial de acarreo o clientelismo y estar menos interesados en la búsqueda de cargos”.

En consecuencia parece haber en morena una proclive distinción entre unos y otros, quizás muy propensa a llegar al extremo de la dualidad moralista entre “buenos-malos” que indudablemente pretende provocar una división. Empero, aún con la respuesta reivindicativa del término “puro”, las manifestaciones de denostación y calumnia hacía la militancia de morena usando dicho adjetivo, se ha incrementado y enrarecido, llegando al extremo de expresiones tan banales como, “congregación para doctrinas de la fe” al señalar a los “puros” y sus intenciones de construir una militancia firme y comprometida con morena.

Ahora bien una vez expuesto el ánimo que impera sobre el uso del término “puro” respecto a la militancia de morena, es necesario entrar de lleno al análisis y plantear mi posición personal.

Reconozcoque si bien en la formación de un nuevo partido político, el tema sobre el perfil de sus militantes debe someterse debate, las condiciones en las que esa definición se está llevando a caboen el morena están siendo determinadas por una lógica de divisionismo. O sea, en lugar de reinar el intento de una definición unitaria de la militancia (como se encuentra claramente redactada en nuestros documentos básicos), por el contrario, ha imperado el sentido de exclusión y confrontación por parte de quienes la identidad política les parece un estorbo.

En este sentido me refiero a un sector que está ganando cada vez más espacios en la organización a base de la confusión y la división que ella produce. Este sector se compone por quienes se encuentran en, y desde el interior del morena alientan, la cómoda ambigüedad y prefieren estar presentes en otros partidos políticos y al mismo tiempo estar (y no estar) en morena. Personajes que responden al cálculo político, a su expectativa sobre obtener algo de los espacios que rondan. Individuos a quienes los mueve su interés personal sobre cualquier otra razón. Es decir, individuos a quienes los beneficios personales es lo que les importa por encima del interés general.

Irónicamente son estos personajes, que podemosllamar “ambiguos”, los que han alimentado, desde el exterior, el uso de los términos de ‘pureza’ y ‘sectarismo’, pues es la confrontación entre la militancia del morena lo que les favorece. Para entender mejor la magnitud de esta práctica y el objetivo que tiene en realidad el nutrir el dualismo “puros-impuros”, me parece necesario regresar al punto básico del que emerge nuestra organización. 

El movimiento regeneración nacional ha convocado a todo mexicano que se reconozca en la lucha que éste encabeza a participar activamente en su nueva etapa como partido político. Parte del hecho de que, aunque ya existen fuerzas políticas de izquierda que concuerdan en algunos aspectos con la visión del México que se propone edificar, es necesario construir una nueva alternativa con identidad, principios y modos de actuar propios. Enconsecuencia los ciudadanos que responden a este llamado deben de tener en claro que sumarse a morena implica identificarse con los valores y principios de la nueva organización y, por ende, construir nuevas prácticas políticas a las que se operan en la actualidad.

A diferencia de lo que los ambiguos han pretendido argumentar con esto y que, desafortunadamente una parte de la militancia delmorena ha aceptado sin un análisis serio, esta convocatoria no provoca división o rupturas, a lo que aspira es afortaleceruna nueva institución política que posibilite la organización entre aquellos ciudadanos que han participado en los años recientes, en las luchas que ha encabezado AMLO pero que no se han adherido, ni se adherirán, a los partidos políticos existentes de izquierda. La convocatoria trata construir un movimiento que se distinga plenamente de los demás, que motive la participación política de esa población ajena de los asuntos públicos para reivindicar la política como actividad al servicio del pueblo.

Morena no trata de denostar a las demás fuerzas políticas de izquierda y mucho menos a sus militantes que, también comprometidamente, deciden permanecer en aquellos partidos, pero el movimiento no puede no partir de una posición crítica respecto a ellos de tal manera que se explique el porqué de la necesidad de construir algo nuevo. Es aquí cuando la diferencia se vuelve virtud y no sectarismo.

Al interior morena está en construcción, los “políticos de profesión” y los “ciudadanos” que aceptan la participación activa en él asumen a su vez la renuncia a participar activamente en otra organización política así como de replicar las malas prácticas que en ellos se han ejecutado, pues, más allá de ser un requerimiento legal (en México no se permite la doble militancia), eso es un acto de convicción y compromiso.

A los “políticos profesionales” les debe quedar claro que en morena la política se hace diferente, no para servirse de los cargos sino para servir a partir de ellos y si asumen con honestidad este principio rector de morena son bienvenidos. Este es el punto que resuelve la disputa, que me parece debemos superar los morenos, sobre “puros-impuros”.

Tanto el “ciudadano” que se une por primera vez a un partido político a través demorena,como el “político profesional”que renuncia explícitamente a un partido anterior y  se adhiere plenamente a los principios de morena, son “morenos”. Todos asumen el compromiso de velar por el bien común respetando plenamente nuestros documentos básicos.En ese sentido se vuelven complementarias la experiencia y la frescura de la militancia de morena.

La militancia de morena es variada ideológicamente pero con principios unificadores yconsientede la práctica que se dispone a realizar, exenta de clientelismo,  acarreo, influyentismo y simulación. Cuestiones a las que en realidad debe ser dirigida la lucha de la militancia para evitar reproducirlas al interior. Pues por más “puro” o “político profesional” que se sea, si un militante de morena compra un voto, acarrea a la base social, o hace uso de esas prácticas de la no política, debe ser inmediatamente expulsado del movimiento porque nunca asumió sus principios rectores Ese es el verdadero eje que determina la identidad política de morena. La revolución de las conciencias como una herramienta de politización con base en información veraz que a su vez genere organización y acción.

Los que no entienden eso, o disimulan no hacerlo, nutren la denostación sobre “puros” e “impuros” para ganar espacios a su favor y toman cualquier asunto para validar la ambigüedad que practican; en otras palabras, cuando un compañero señala a un sujeto que tiene doble militancia o que no tiene ninguna pero está en varias plataformas políticas aparentando en ellas una identidad, para recibir un premio por la misma, en automático los ambiguos los señalan de “sectario” y de “purista”, queriendo con ello que “los políticos de profesión” asuman como un ataque hacia ellos el hecho de denunciar a sujetos que están y no están en morena.

Con lo anterior pretenden desvirtuar el sentido de la legítima preocupación  ante la pretensiónde doble militancia de algunos compañeros, queriendo anular la diferencia entre quienes en algún momento estuvieron en las filas de otro partido pero que ahora han asumido el compromiso de entrar al morena renunciando a su anterior pertenencia, con aquellos que cómodamente no lo han hecho.

Los que se detienen a esperar hacia dónde apunta la brújula de las preferencias políticas, y dónde se abrirán los espacios por los que sí valdría ser “morenos” o no, según sea el caso.

Militancia significa compromiso y definición política, principios y acción. Identidad. En morena eso es lo que importa y vale. No la demagogia y la calumnia.  Aquellos que la nutren y la practican se alejan de nuestro movimiento y buscan la división. Aquellos que aprovechan cualquier pretexto, como lo fue en esta ocasión un partido de beisbol, para irse en contra de militantes que trabajan por hacer de morena un nuevo espacio, donde la identidad política y el amor por México sea lo que motive la participación de la ciudadanía y no un puesto o interés de grupo, apuestan por replicar lo que en otros partidos devastó su lucha: el divisionismo.

Termino diciendo que morena respeta a los militantes de otros partidos de izquierda, pero en un momento de construcción de identidad, se debe reconocer que cada uno tiene su propio espacio y plataforma de participación. Nuestro país no está para ambigüedades cómodas. Los “puros” son un eje de renovación de la vida pública de morenay ahora se acompañan de “políticos profesionales” que se inscriben en esta nueva lucha del pueblo mexicano.  Para superar este falso debate sólo hay un término que es válido para señalar a un militante de nuestro movimiento: “protagonista del cambio verdadero” que asume plenamente los valores, principios y acciones que eso implica. 

viernes, 5 de julio de 2013

LA ESPERANZA DE MÉXICO

 Julián Castruita Sánchez 


El motivo de este artículo es recordar y hacer un análisis de la situación política que acontece en nuestro país. Llevamos 31 años de neoliberalismo en México, y aunque han existido alternativas de cambio, por diferentes motivos, no lo hemos conseguido. Este sistema sólo ha logrado crear pobreza, injusticias y desigualdad económica; enriqueciendo a un pequeño sector de la sociedad y dejando desprotegida a la mayoría de la población.

Históricamente en 3 ocasiones gran parte de la izquierda política mexicana se ha unido por la vía electoral en busca de cambiar no sólo al gobierno, sino también el sistema político neoliberal. La primera de ellas fue en 1988, en aquel año la mayor parte de la población mexicana, cansada de los gobiernos priistas, optó por un cambio y le otorgó su voto a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano; sin embargo, una caída del sistema provocó que Salinas de Gortari llegara a la presidencia en un gran fraude electoral.

La segunda ocasión se presentó en 2006, cuando después de más de 15 años en donde la mayoría de la población no se sentía identificada con un candidato de izquierda, renace la esperanza en la figura de un personaje carismático como Andrés Manuel López Obrador. Después de mucho tiempo la gente volvió a salir a las calles, logrando conformar manifestaciones impresionantes en la Ciudad de México con más de 1 millón de personas (las más grandes registradas hasta el momento en nuestro país). Esto debido a la exitosa gestión de Obrador como Jefe de Gobierno del Distrito Federal, en donde sus obras y programas sociales le dieron un gran beneficio a la población capitalina. La popularidad del político tabasqueño se encontraba por las nubes y prácticamente se veía en él al próximo presidente de nuestro país; lo que implicaba una amenaza hacia el régimen, el cual respondió con un intento de desafuero hacia Obrador para evitar que compitiera en las elecciones del 2006, pero que se logró detener con la movilización de la población.

No obstante, una vez que Obrador fue candidato oficial de las izquierdas; la polarización y guerra sucia por parte de los medios de comunicación más la fuerte presión por parte del sector empresarial fueron eje de la campaña política. Pero aun con ese despliegue mediático el proyecto político de izquierda se sobrepuso a la derecha nacional por lo que, por segunda vez México fue víctima de un fraude electoral, al pueblo de México se le robó el derecho de elegir a su mandatario y los intereses oligopólicos impusieron a Felipe Calderón.

 El golpe del 2006 fue muy duro y devastador para la nación, sin embargo después de más de 6 años de ataques constantes hacia su figura, en 2012 el proyecto encabezado por López Obrador vuelve a cobrar fuerza. En las recientes elecciones se le reconocen, oficialmente, poco menos de 16 millones de votos y nuevamente la derecha, quien ahora usó al PRI como su partido, tuvo que recurrir a la compra masiva de votos y derroche de dinero por todos lados y a una nueva imposición con Enrique Peña Nieto. México vivió un tercer fraude electoral.

Empero, la búsqueda de lograr el cambio para nuestro país sigue a pesar de  nos encontramos ante una situación muy difícil. Los actuales partidos políticos han dejado de representar a los ciudadanos, los partidos de izquierda, específicamente el PRD, se convirtió en una burocracia, un partido clientelar, un trampolín hacia el poder político donde lo único que importa es llegar a él sin importar el cómo; sus dirigentes han demostrado que lo único que les interesa es permanecer en el poder y vivir del heraldo público. Ante esto podemos ver cómo este partido se está desmoronando e incluso perdiendo sus ideales, ya que ahora pacta y se alía electoralmente con los partidos de la derecha a cambio de un pedazo del pastel. Es por esto que Andrés Manuel decidió separarse del PRD y convocar a todos los simpatizantes del proyecto alternativo de Nación a tomar la decisión si queríamos que MORENA siguiera como asociación civil o nos constituyéramos como partido político, ante esto la gran mayoría decidimos que queremos buscar el cambio por la vía electoral y decidimos conformarnos en partido político.

En el proceso que llevamos de la conformación como partido de MORENA, yo como militante, me he interesado mucho por la formación política al creer que es fundamental para no cometer los mismos errores del pasado. En una ocación, dando formación política a un comité de base de la colonia Santa María Aztahuacán de Iztapalapa, después de explicarles a los compañeros en qué nos perjudica el proyecto neoliberal y en qué consiste MORENA, un señor me interrumpe y me dice preocupado “todo eso lo entendemos y estamos de acuerdo pero mi pregunta es ¿Cómo le vamos a hacer? si siempre nos cometen fraude, el IFE está corrompido”; al escuchar esa pregunta me quede helado, la desilusión de la gente es entendible y muchas veces es difícil convencerlos de seguir en la lucha después de todo lo que hemos vivido.

La pregunta tiene mucho sentido ya que Instituto Federal Electoral ha sido cómplice de los 2 últimos fraudes antes señalados, lo primero que se me vino a la mente fue contestarle “lo único que nos queda es seguir organizándonos, difundiendo nuestro proyecto, concientizando a la gente y llegará un día en que seremos tantos los inconformes, que no podrán llevar a cabo otro fraude electoral y lograremos quitarlos del poder. Estamos conscientes que los cambios no son inmediatos, pueden tardar años y quizás ni siquiera nosotros lo veamos pero no hay mal que dure 100 años. Desde luego siempre optaremos por la vía pacífica”, puedo decir que el compañero se fue conforme con mi respuesta y con ganas de seguir participando, pero todavía con muchas dudas.

Ya se han cumplido 25 años de aquel fraude del 88, 7 años del fraude de 2006 y 1 año del 2012; sin duda es necesario recordar para tener presente las injusticias de las que hemos sido víctimas y seguir luchando por el tan ansiado cambio. Hoy MORENA tiene un gran reto ya que en él se tienen puestas las esperanzas de ser la verdadera oposición por la vía electoral hacia el sistema neoliberal, sin embargo, esto no será fácil ya que desgraciadamente en nuestro movimiento se están llevando acabo ya prácticas perredistas como la formación de grupos políticos y el clientelismo. La única forma como MORENA va a poder llevar a cabo todos sus objetivos va a ser con el trabajo de los comités de base, evitando la formación de grupos e imponiéndonos ante todo aquel que vea a MORENA como un trampolín para poder llevar a cabo sus intereses personales.

Los comités de base jugarán un papel fundamental en la vida interna de morena y absolutamente todos los integrantes del movimiento necesitamos una intensa formación política para tener en claro nuestros principios y no permitir que morena se pudra como lo han hecho otros movimientos.

 La tarea fundamental de esto también consiste en hacerle saber no sólo al militante de MORENA, sino también al ciudadano en general que el cambio sólo lo podremos lograr todos, debemos de construir un proyecto en donde entendamos el papel fundamental que todos jugamos en la organización y así irnos desprendiendo de la figura de un líder honesto y carismático como Andrés Manuel, quien de ninguna manera es un ser mesiánico y no logrará la transformación de nuestro país por arte de magia. Con esto lograremos evitar la burocratización de las decisiones del partido; hacer de la política algo que nos involucre a todos y así asegurar que este proyecto siga con la existencia no sólo de un líder sino de varios.

MORENA tiene entre sus metas crear una nueva forma de hacer política. No creo que nuestro movimiento sea la panacea, pero es una de las organizaciones de izquierda que cuenta con más simpatizantes y que ha logrado juntar a gran parte de la oposición y es por eso que este proyecto carga con una responsabilidad histórica muy importante.

Hoy Morena no solo tiene el reto de convertirse en partido político, sino que la coyuntura actual nos pone en una difícil situación; de nueva cuenta se nos acerca una reforma energética que busca la privatización del petróleo. La privatización de PEMEX sería vender no sólo nuestro futuro sino también el de nuestros hijos ya que la venta de petróleo es la actividad que más dinero genera a nuestro país. El venderla a empresas extranjeras o privadas sólo hará que se enriquezcan unas cuantas personas con los recursos de una Nación. Es cierto, PEMEX no da lo que debería de dar pero esto debido a la corrupción que impera en los sindicatos charros creados por el mismo PRI. Hoy la tarea principal de MORENA, antes de convertirse en partido, es impedir la privatización de PEMEX y es algo por lo que debemos luchar todos los mexicanos independientemente si simpatizan o no con nuestro movimiento.


Culmino este pequeño articulo pidiéndole a todos los lectores que tengamos fe y no nos resignemos. Hay una alternativa y es fundamental la lucha colectiva. Tenemos que seguir revolucionando las consciencias de las personas. Debemos de ratificar en la ciudadanía lo que ocasiona una venta de voto, lejos de agredir a quienes lo hicieron entender que quizás muchos lo hicieron por necesidad y que todos esos objetos fueron pagados con nuestros impuestos y hacen bien al aceptarlos, sin embargo a la hora de emitir su voto que lo hagan de manera consciente pensando en el daño que le pueden hacer al país al tomar una decisión equivocada. El día de hoy compañeros tenemos una cita con la historia, miremos el pasado para no cometer los mismos errores y sobretodo no nos desanimemos que esto apenas es el inicio.