Mariana Ibargüengoitia
Un domingo a las 11 de la mañana parece
un buen día de la semana y un horario factible para invitar a los habitantes de
alguna de las colonias de la CD de México a que asistan a un parque cercano a
su casa a participar en una charla para informarse, cuestionar y/o dialogar sobre
los asuntos públicos que deberían importarnos como ciudadanos mexicanos. Se
puede confiar que al ser un día no laborable, un horario no tan temprano como
para desvelar a los invitados o tan tarde como para irrumpir sus ocupaciones
cotidianas, se asegurará su presencia por una hora a un evento ciudadano.
En
ese sentido, el domingo 9 de marzo a las
11am, en la colonia Paseos de Churubusco en Iztapalapa, integrantes de morena
organizaron una charla informativa con Silvia Reza Cisneros, miembro de la
comisión organizadora del Congreso Popular, y Roberto Mendoza, coordinador
distrital y consejero estatal de morena df, para compartir información puntual
sobre el “México que nos espera con las reformas estructurales” recién
aprobadas bajo mandato de Enrique Peña Nieto y la complicidad de panistas y un
sector importante de perredistas.
Sin
embargo, y pese a ser una de las colonias de Iztapalapa que escapa a las
condiciones marginales (económicas y educativas) características de la demarcación,
y convocar desde una semana antes al evento por medio de volantes casa por casa, voceo, colocación de
lonas en lugares estratégicos de la colonia; la afluencia de los vecinos no es
la esperada ¿Por qué?
¿El
alcance de la convocatoria fue limitado? ¿hizo falta volantear más? ¿se tienen que
colocar más lonas? ¿se debe de avisar con mayor tiempo de anticipación sobre el
evento? Si así fuera, el remedio es cuantitativo: potenciar esfuerzos. Se
imprimen más volantes, se doblan las jornadas de perifoneo por las calles, y se
acompañan a los respetables, pero no tan conocidos ponentes, de caras más
vistas. Cuestiones que los organizadores, integrantes de comités de morena, están
dispuestos a hacer.
Pero
¿y si el problema es cultural? ¿Si el problema es un desencanto e indiferencia
que parece echar raíces en nuestro país? ¿Y si se condena a los organizadores
la aspiración de ser partido político?
En
este caso los remedios cualitativos son más complicados a resolver que los cuantitativos. Cambiar una idea,
revolucionar las consciencias es más complicado que dar tres volantes en vez de
uno.
La
izquierda se compone de luchas particulares, de gente que en el sector donde
estudia o labora, o en la comunidad donde vive, ha padecido las decisiones de
gobiernos ilegítimos que con la corrupción y ambición como motores, han
saqueado al pueblo de México. Hay expresiones como el Congreso popular y
MORENA, que además integran a personas que ven la necesidad de la unión de esas
luchas particulares. Pero hay muchos otros mexicanos que aún persisten en
mantener la apatía y el desinterés sobre lo que acontece a su alrededor ¿acaso
están de acuerdo en la miseria que existe, ya sea porque no la padecen en
apariencia o ven con indiferencia lo que otros sufren? Pienso que no, pero no
se ha encontrado la forma de contrarrestar el manejo mediático que hace a los
mexicanos ser pasivos, indiferentes u opuestos a todo lo que tenga que ver con
la política.
Pero
si voceros de ambas trincheras se unieron en un mismo espacio con el objetivo
de informar, ojalá juntos vayamos también en el actuar, si no siempre y no
todos, sí en las batallas más fuertes contra la derecha, contra los simuladores
del progreso, la libertad, la justicia. Sólo así podremos avanzar en la lucha
de ideas, que es la verdadera lucha a la que nos enfrentamos. Esta es una
disputa entre paradigmas de pensamiento. Aquel obtenido a lo largo de años
que nos hace creer que las “cosas siempre serán así” y aquel que empuja la
noción de que “somos nosotros quienes podemos transformar a este país”.
Estamos
trabajando con ánimo y paciencia en los cómos
sin negar que a ratos, en algún momento del análisis nos preocupen los cuántos, porque poco podemos hacer sin
mayoría.
Por
eso hoy valoramos este esfuerzo llevado a cabo en Paseos de Churubusco. Nos
recuerda que el reto es grande, que además de los enemigos de nombre y
apellido, de los saqueadores nacionales y externos de los recursos y la
identidad de nuestro país, tenemos como enemigos a la desinformación, la
decepción (válida) y la indiferencia.
Ahí
vamos de nuevo: in-formar, concientizar, organizar, reforzar, asegurar
participación con convicción. Para que así sea un domingo a las 11 am o un
lunes a las 6 de la tarde, haya personas dispuestas a dar un poco de su tiempo
para luchar por su país. Ya se ha avanzado, pero como se evidenció el domingo
pasado, en una de las colonias de Iztapalapa, aún falta mucho por hacer.
Asumamos
el reto. No olvidemos que hace tiempo, al recibir una invitación a un evento
político, los ahora organizadores, rechazaron asistir y hoy están, hombro con
hombro, luchando juntos
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario