Mariana Ibargüengoitia
MORENA (Movimiento Regeneración
Nacional) es el movimiento político-social más esperanzador que tiene nuestro
país. Esperanzador no por una cuestión cursi
amorosa mesiánica, sobre la que se han hecho los ataques más fáciles y
cómodos a este movimiento, sino por el alcance en tiempo y espacio que tiene el ambicioso proyecto que enuncia: la transformación del país mediante la
revolución de las conciencias.
La esperanza en Morena nace luego de
ver en los hechos la manifestación
congruente de las ideas e ideales de un hombre: Andrés Manuel López Obrador.
Pero en política la esperanza no debe serlo todo. Finalmente todos los días
y a todas horas estamos propensos a encontrar esperanza en muchas partes. El
ejemplo más claro es la publicidad. Las marcas también nos prometen esperanzas… nos
ofrecen la posibilidad de ser atractivos, delgados, poderosos. Esperanzas
sobre aspiraciones establecidas por el mercado a través de las marcas. Fácilmente satisfacen
nuestras ilusiones, nos globalizan, nos unifican la ropa, calzado, comida,
gustos, ideas.
En la política esto no puede ser
igual. Un partido político no puede quedarse en el concepto de la esperanza o
la ilusión, de lo contrario encajará más bien con las características de un
producto y sus palabras podrán confundirse con un infomercial.
En Morena se debe tener claro lo
anterior sobre todo porque la esperanza ha sido mucho tiempo su lema, su
bandera. No está mal ni es engaño, pero debe trascender a la acción.
Los lectores de este texto tendrán
mucho conocimiento del proyecto de Morena, pueden hablarnos desde su conformación
devenida por varios procesos como el desafuero y las elecciones fraudulentas de
2006 y 2012, hasta la búsqueda de la conformación de Morena como partido
político y demás cuestiones del movimiento.
Dirán lo anterior y más; tendrán
fotografías de presentaciones de libros, de asambleas, de mítines, de marchas, de congresos, porque
un día ellos rompieron el cerco informativo; porque de boca en boca, a lo largo
de los años se transmitieron el mensaje de un hombre. Un mensaje, muchas ideas.
Morena ya tiene mucho contenido,
proyecto para todos, para el sector de los trabajadores del campo, para los
jóvenes, para los adultos mayores; hay planes de acción para reactivar la
economía, para utilizar los recursos naturales sin poner en riesgo el bienestar
de los que vienen, para asegurar educación, salud, bienestar.
El mensaje se ha esparcido y hay muchos
morenos, obradoristas o ambos (o ninguno de los anteriores, pero sí luchadores
sociales pacíficos que algún día se inspiraron en este proyecto)¿Cómo se ha
logrado esto? A través de la comunicación y la difusión.Comunicar eficiente y
eficazmente permite organizar.
No basta tener una gran idea, un gran
proyecto en el papel, si no lo difundimos ampliamente. En ese sentido se tienen
dos tareas de comunicación en morena. Al interior, se necesita que fluya la
información, que no haya gente dentro del movimiento que no esté enterada de lo
que está ocurriendo, de los procesos que se están desarrollando y de las
responsabilidades de cada quien. No debe haber vacíos de información y mucho
menos discrecionales.
Al exterior, deben ejecutarse cada
vez mejores estrategias de comunicación y difusión; debe cuidarse que el
volanteo no se vuelva vicio o acción meta, que los recursos impresos lleguen a
donde deben llegar, que las personas con experiencia en diseño, comunicación,
psicología social apoyen con creación, con estrategias de reparto, con mensajes
claros entre las bases. En la elaboración de estas estrategias sí está
permitido voltear a ver lo que hacen las grandes marcas, cómo se posicionan
hasta el último rincón del país, en el poblado más lejano, en el más pobre, en
el más difícil de acceder.Sin una buena comunicación de los
objetivos, los argumentos y los métodos no habrá organización.
Asistamos a uno
de los recuerdos más gratos de este andar: el Encuentro Nacional de Estudiantes
con AMLO (21 de mayo de 2012). El objetivo era claro, se tenía que difundir entre
el sector juvenil que había un candidato que tenía un proyecto para ellos, que
tenía propuestas en materia de educación y empleo; además el contexto era ideal
ya que se encontraba efervescente la expresión estudiantil Yo soy 132. El
alcance fue exitoso.
En contraste, con afán de hacer una
crítica constructiva, debe reconocerse que en semanas pasadas a Morena se le
fue un momento diferente, pero con características similares, igual de relevante para poner de manifiesto el
alcance del movimiento: la movilización de los maestros de la CNTE.
En plena efervescencia del conflicto magisterial, se oyeron
rumores, hubo ruido e incertidumbre; entre los morenos no faltó
iniciativa, muchos estuvieron con los maestros, durmieron con ellos, les
llevaron comida, ropa y lonas… pero a este acto solidario de lucha le faltó más
que un mensaje solidario de la dirigencia, faltó una estrategia real
para establecer alianzas a partir de las coincidencias entre el
proyecto político del movimiento y las demandas de los profesores. No se trataba
de ejercer un desdibujamiento de alguno de los movimientos sino, por el
contrario, plantear plataformas de acción común ante fines comunes, a saber, la
lucha contra el neoliberalismo y sus reformas estructurales.
En consecuencia, por las características propias del
movimiento, que ha planteado un proyecto para todos, Morena debe diferenciar a
los que están y a los que faltan –que no estereotiparlos-, con la
finalidad de definir la estrategia de comunicación más adecuada para cada
sector o región. No es lo mismo lo que atrae al adolescente que a la persona de
la tercera edad; no tiene la misma posibilidad económica y de tiempo el
campesino para informarse mediante las redes sociales, que un joven citadino. No
es lo mismo hacer la invitación a un mitin que organizar comités territoriales
y dirigir convocatorias.
La esperanza de moren es su proyecto y sus acciones, lo que obliga a una amplia difusión del mismo a todos los actores de la población mexicana para, entre todos, luchar por su realización.
Cada responsable de comunicación de
un comité delegacional o municipal, estatal e inclusive el nacional, debe
analizar bien el contexto (espacio, tiempo, cultura) en el que se encuentran los mexicanos para, por un lado, mantener y por otro atraer a la
militancia que este proyecto social requiere.
Parafraseando a AMLO, en Morena no
es que se quiera proyección por proyección, es que sí hay mucho que proyectar,
sí hay mucho que difundir. Trascendamos la esperanza con la in-formación. No debe
claudicarse que algo se pegará, motivará y cambiará en quién escucha el
mensaje, la estrategia, el plan de Morena. No deje de presionarse a las
dirigencias a no temer manifestarse solidarios con otras expresiones de lucha.
Comunícate no sólo con el moreno sino con el pueblo. Difunde Morena.
En lo que respecta a las tareas de Comunicación de Morena, saludamos el ánimo constructivo en este texto y manifestamos nuestra apertura para la colaboración con representantes de la cartera en los municipios y simpatizantes en general. Compartimos este blog para mayores informes:
ResponderEliminarhttp://voyconmorena.mx/secretaria/comunicacion/
Secretaría Nacional de Comunicación, Difusión y Propaganda Morena